Manifiesto que no ha sido mi idea original, pero se me ocurrió adaptarlo
hacia el evento recién ocurrido entre mis compañeros con motivo del desayuno
decembrino 2015.
LAS SILLAS VACIAS
Porque no hacer una reunión en diciembre? ¡dijo el decano del grupo!…
De los presentes la mayoría asintió.
El mismo día en que se acordó también empezaron las disculpas.
Todas bienvenidas, de los que asintieron quedamos que seríamos pocos pero
aun así se corrieron las invitaciones…
Empiezan los preparativos….
Cuál será el menú del desayuno? y
como irá a ser el lugar donde nos
reuniremos?
Y aparece la pregunta inevitable: Cuántos llegamos a este año? Y en la
respuesta aparecen implícitamente:
"Las Sillas Vacías" de las personas que no están… !!
Los que están lejos y que la vida llevó por otro camino, el que eligió no
estar porque se enemistó con alguien de los compañeros y el que Dios se llevó a su lado o el que se
reportó enfermo… Nos apuntamos 39, llegamos 28,
Y aparece la tristeza y las sillas vacías como que duele verlas solas…!!! Y
te dices.- ahí debería estar aquél que es muy amigo de éste.
Entonces es cuando más se necesita y añora ese abrazo prolongado del amigo,
de aquel compañero que cobija, que protege, y… que lamentablemente esta vez no
llegó.…
Entonces nos damos cuenta que extrañamos muchísimo esa sonrisa, esas
conversaciones amenas, esa complicidad que teníamos, esa charla sarcástica
y picaresca casi tirándole a bulling, esa
chispa, esa mano dispuesta a ayudar siempre, esa compañía, su presencia, su
apapacho…
Los ojos se humedecen, una gran nostalgia invade y duele mucho, muchísimo,,, pero esa es la
realidad y hay que aceptarla,,,, suspirar profundo y cerrar los ojos como
queriendo que ese aire llegue hasta esa
persona que nos falta, que no llegó, al abrir los ojos y girar la cabeza y lo que se ve son las "Sillas Ocupadas": son las
personas que nos aceptamos una a otra y que nos amamos... Las que están
conmigo!, contigo, con nosotros,
las que consecuentan, ¡Y entonces… aparece la sonrisa !
Así es la vida: con pérdidas y ganancias… llena de regalos y de
nostalgias!
Hablo ahora a título personal…
Intenté brindar el 22 de Diciembre
en aquel desayuno programado con el grupo F, con lágrimas contenidas por esas
"Sillas Vacías" y sonriendo desde el alma por las "Sillas
Ocupadas".
Alegre, sí alegre, a pesar de la tristeza, porque estar alegre no
necesariamente es estar feliz.
La alegría es una emoción pasajera que termina cuando el buen momento
finaliza.
La felicidad es otra cosa, es un estado del alma. Ser feliz, es estar
en paz plena, sabiendo que estoy
recorriendo el camino correcto, saberme amado por Dios que me acompaña cada día
de la vida, el que coincide con el sentido de mi vida, el de mis temores y
mi coraje, mis virtudes y mis defectos, mi camino, el que yo elegí, un camino
en el que hice todo lo que pude y más…
Brindé por los que no estuvieron y brindé incondicionalmente con los que sí
estuvieron, por los que amé y por los que amo y decido que con lo que tengo procuraré ser feliz.
Posiblemente tú también hayas tenido "Sillas Vacías" en tu
mesa este año al igual que yo, pero a pesar de los ausentes y con la dicha de
los presentes, llenos de la bendición de Dios y la gratitud por las
personas con que se ha rodeado nuestra vida, te deseo una Feliz Reunión
verdaderamente familiar, donde tengas a toda tu familia, que sus anhelos se hagan
realidad y que llegue a tí lo que tanto anhela tu corazón.
Disfruta de lo que tienes hoy porque no todos tienen esa dicha.
Un gran abrazo, bendiciones para tu vida...
Dios te bendiga hoy y siempre.
Diciembre del 2015
Fernando Acevedo Rendón.
Grupo F, ENEF México, Generación
67 -69
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